El gobierno de Estonia se ha negado a iniciar el proceso de permisos para la construcción de un parque eólico marino de 600 MW y 1.900 millones de dólares en la costa oeste de la isla de Saaremaa, citando preocupaciones de seguridad nacional.
El desarrollador estonio Saare Wind Energy OU había estado elaborando planes durante cuatro años y había solicitado un permiso de construcción de 50 años para 100 turbinas de seis megavatios en la isla de Saaremaa, dijo un informe en Bloomberg.
El parque eólico consistiría en 100 turbinas de 6 MW cada una de 10 a 27 kilómetros de la costa occidental de la isla. La compañía envió una solicitud al gobierno a fines de 2017 para solicitarle que iniciara un procedimiento de emisión de permisos de construcción.
"El motivo de la negativa es la sospecha de que el solicitante puede amenazar el orden público, la seguridad de la sociedad y la seguridad nacional", citó el informe en la agenda de una reunión del gobierno.
El ministro de Justicia, Urmas Reinsalu, en febrero, citó una evaluación realizada por el servicio de seguridad de que el proyecto "podría conllevar una amenaza potencial para la seguridad debido a los antecedentes de los inversionistas", sin ser más específico.
Según los informes de los medios locales, una de las principales preocupaciones es que el financiamiento para el proyecto puede provenir de "Rusia o cualquier otro país hostil". Sin embargo, Saare ha desestimado esta afirmación, diciendo que las ofertas de financiamiento provinieron del Reino Unido y Alemania.
Se esperaba que la producción anual proyectada del parque eólico fuera de 2.800 GWh, lo que equivale al 30,9% de la producción eléctrica total de Estonia.