El miércoles, una importante subasta de arrendamientos de petróleo y gas en el Golfo de México de EE. UU. Recibió $ 159.4 millones en altas ofertas, dijeron funcionarios del gobierno.
Combinado con una subasta de marzo que atrajo $ 244.3 millones en ofertas altas, el total fue el nivel de oferta anual más alto desde 2015, dijeron funcionarios de la Oficina de Administración de Energía Oceánica en una conferencia telefónica con periodistas después de la venta.
La subasta ofreció 77,9 millones de acres (31,5 millones de hectáreas), de los cuales 835.006 acres recibieron ofertas, según datos preliminares del BOEM. De los 151 tractos que recibieron ofertas, 117 estaban en aguas de más de 800 metros (2.625 pies) de profundidad.
Equinor ASA y BP Plc ofertaron en la mayoría de los tractos, con 23 y 21 ofertas respectivamente. BHP Group presentó 20 ofertas, incluida la mayor cantidad individual por superficie en un paquete en la formación Green Canyon.
La mayoría de las ofertas se centraron en la infraestructura existente, donde las compañías petroleras podrían colocar vínculos relativamente económicos a las plataformas de perforación que ya están en su lugar. Las compañías también presentaron ofertas para más superficie prospectiva en las formaciones East Breaks y Lloyd Ridge, dijo Mike Celata, Director, Oficina BOEM de Nueva Orleans.
"Creo que las compañías están mirando hacia el futuro en algunas de las licitaciones que hicieron hoy", dijo Celata a periodistas en una conferencia telefónica.
El resultado de la venta del arrendamiento fue la última señal de que la industria del petróleo y el gas mantiene un interés en las aguas estadounidenses. La perforación en alta mar es una parte crucial de la agenda del "dominio energético" de la administración Trump para abrir más tierras y aguas federales a la exploración energética.
Aún así, el petróleo en alta mar representa poco menos del 20% de la producción estadounidense. La mayor parte del reciente auge estadounidense en la producción de petróleo se ha centrado en tierra, donde es más barato perforar que en aguas profundas.
Más allá de la competencia de la perforación en tierra en formaciones de esquisto bituminoso, la superficie en alta mar de EE. UU. También debe competir con las oportunidades frente a las costas de Brasil, Guayana y otras cuencas.
(Reporte de Jessica Resnick-Ault y Nichola Groom; Edición de Marguerita Choy)